Galletas

Las galletas son productos alimenticios de pequeño tamaño, horneados y con forma varia, elaborados a partir de una masa de harina, grasas y, a veces, azúcar u otros ingredientes, que se cocina al horno. Tienen una textura típicamente crujiente y pueden ser dulces, saladas o agridulces, y se caracterizan por su bajo contenido de humedad, lo que permite una buena conservación.

Las galletas son alimentos energéticos, principalmente por su alto contenido en carbohidratos y grasas, pero su aporte nutricional varía significativamente según el tipo. Aportan energía, vitaminas (del grupo B, A, C, D, E), minerales (calcio, hierro, magnesio, yodo), y en menor medida proteínas. Las galletas integrales también aportan fibra y más nutrientes, mientras que las galletas infantiles suelen tener más azúcares añadidos y un elevado contenido calórico.

Entre sus beneficios destacamos

• Aporte de energía: Proporcionan carbohidratos que sirven como fuente rápida de energía, lo que puede ser útil para deportistas o para obtener un impulso energético rápido entre comidas.
• Fibra y saciedad: Las galletas integrales, de avena o elaboradas con harinas integrales, aportan fibra que ayuda a la salud digestiva y a sentirse satisfecho por más tiempo.
• Nutrientes: Dependiendo de los ingredientes, pueden contener vitaminas (como las del grupo B) y minerales (como hierro, calcio y magnesio), especialmente si se elaboran con ingredientes fortificados o caseros.
• Control de peso: Las versiones sin azúcar son más bajas en calorías y pueden ayudar a controlar los antojos, manteniendo la saciedad por más tiempo debido a su contenido de fibra.

Como curiosidad y recomendación, es importante leer el etiquetado nutricional para conocer el contenido exacto de azúcares, grasas (saturadas y trans), sal y fibra. Optar por galletas integrales, bajas en azúcares y grasas, y que no contengan ingredientes poco saludables como el aceite de palma. Las galletas no deben ser el único alimento en una dieta equilibrada, y su consumo debe ser moderado