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Cómo saber si tu hijo sufre acoso escolar

stop bullying

El acoso escolar es una lacra que sufren alrededor del 9,3% de los niños en España según un estudio reciente (las estadísticas pueden verse aquí), siendo Murcia la región más afectada y Navarra la comunidad con menor porcentaje de casos, aún siendo muchos.

La víctima del Bullying puede ser cualquiera: por ser diferente, por mejor o peor aspecto físico, por sus buenas o malas notas… cualquier niño puede estar en el punto de mira de los acosadores. Lo único que suelen tener en común las víctimas es su silencio. En la mayoría de casos, los niños que sufren de acoso no buscan ayuda, sino que intentan esconderlo, ya sea por miedo a las represalias, por vergüenza o simplemente porque no saben cómo gestionar una situación que no pueden controlar.

¿Cómo podemos detectar si nuestro hijo o hija sufre acoso escolar?

Debemos estar alerta y prestar atención a los siguientes síntomas:

  • CAMBIOS BRUSCOS EN SU COMPORTAMIENTO. En ocasiones los cambios en el comportamiento se pueden confundir con los típicos comportamientos adolescentes, por eso hay que ser precavidos antes de «dictar una sentencia» acerca de qué le ocurre o no le ocurre a nuestro hijo. No obstante, los niños que sufren acoso escolar pueden presentar bajadas en el rendimiento escolar, nerviosismo, depresión, falta de concentración, ataques repentinos de cólera y/o mutismo, muchas veces no sólo dejan de hablar con sus padres, sino que también con el resto de sus amigos.
  • SIGNOS PSICOSOMÁTICOS. Si tu hijo evita ir al colegio alegando malestar físico de forma continuada (dolores de cabeza, mareos, alteraciones gastrointestinales, temblores, pérdida de apetito y/o de sueño, etc.) y tras pruebas médicas no se detecta ningún signo físico, es posible que el problema sea psicológico y se presente en forma de síntomas psicosomáticos.
  • SIGNOS FÍSICOS. Ya no sólo hablamos de que tu hijo tenga signos de haber sido golpeado, arañado, etc. que son los signos físicos más evidentes y alarmantes, sino que también hay que estar alerta a si nuestro hijo «pierde» o «rompe» material escolar con demasiada frecuencia, si necesita dinero y no sabe explicar bien porqué (puede estar siendo víctima de chantaje), etc. Hay que tener en cuenta que la mayoría del acoso escolar es psicológico, en muchos casos nunca llega a las manos.

No son «cosas de niños», el acoso escolar es un problema muy grave que hay que detectar cuanto antes y atajarlo de forma contundente para que el niño no sufra estrés post-traumático.

No es cierto que los niños que sufren bullying se conviertan luego en adultos «más fuertes» y «resistentes» a las situaciones conflictivas: Todo lo contrario. Los casos graves pueden desembocar en problemas de autoestima por lo que son más proclives a ser también acosados en la edad adulta.

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