1 estrella2 estrellas3 estrellas4 estrellas5 estrellas (1 votos, media: 5,00 de 5)
Cargando...

La importancia de la buena alimentación

La importancia de la buena alimentación

Actualmente muy poca gente duda de que la alimentación está directamente asociada a la salud, de allí la frase “somos lo que comemos”, pues en la medida en que atendamos la forma de comer, estaremos dándole al cuerpo un determinado tipo de salud. Es bien sabido que comer en abundancia no es la clave de una buena alimentación, o comer poco, pues en ambos no se está tomando en cuenta la importancia de la calidad de los alimentos ni las combinaciones adecuadas que requiere el organismo para su funcionamiento.

Una de las formas de aprender acerca de la importancia de la buena alimentación es a través de un taller de cocina en familia, donde todo el grupo se involucre y tome conciencia de los resultados de llevar una alimentación sana, es decir balanceada.

¿Cómo aprender sobre la importancia de la buena alimentación?

Una buena manera de saber con más certeza y conciencia sobre la importancia de la buena alimentación es involucrarse en la cocina, conocer acerca de ingredientes, nutrientes, combinaciones para potenciar los beneficios de algunos alimentos, así como la necesidad de consumir alimentos de todos los grupos.

Esta información es la base de un taller de cocina e incluye además lo que se debe saber acerca de los factores que intervienen tanto en el desarrollo del niño como en la satisfacción de sus necesidades básicas alimenticias, las cuales juegan un papel esencial en su desempeño cotidiano.

Una actividad como esta donde participen padres e hijos será de beneficio para toda la familia, pues estando claros sobre la importancia de la buena alimentación, se prestará más atención a la calidad de lo que se compra en el mercado, a la combinación de ingredientes y a la composición de los menús, así como a las cantidades necesarias.

Buena alimentación y mejor salud

La relación entre la buena salud y la alimentación está cada vez más consolidada en el mundo actual, a pesar de los altos niveles de obesidad y el aumento de enfermedades asociadas con la mala alimentación.

De allí la importancia de considerar una actividad en la que niños y adolescentes participen, para que tomen conciencia de que en cada ración y en cada menú está la oportunidad de darle al organismo lo necesario para lograr un desarrollo saludable.

Comenzar desde temprano con el tema de la buena alimentación será de gran utilidad para mantener a raya las enfermedades, sobre todo de aquellas que comienzan a la edad adulta pero que se van determinando en los primeros años mediante una alimentación deficiente, abundante en calorías y grasas, pero sin los requerimientos nutricionales.
La importancia de la buena alimentación

¿Qué estamos previniendo con una buena alimentación?

No hay duda de que los hábitos alimenticios y el estilo de vida son determinantes para perfilar una buena o mala salud; la alimentación desbalanceada, insuficiente y deficiente en nutrientes nos lleva irremediablemente a padecer cardiopatías, diabetes, obesidad, hipercolesterolemia, cáncer, entre muchas otras.

Al tener claro la importancia de la buena alimentación tomamos en cuenta que parte de lo que seremos en el futuro lo estamos perfilando desde hoy; esto no significa que debamos satanizar una comida rápida, los dulces o postres, o cualquier otro capricho.

Sin embargo, se debe tener presente que esos no pueden ser los menús que consumamos todo el tiempo, ni los dulces, chucherías, helados, batidos y demás alimentos que solo aportan calorías vacías, es decir, kilos de más.

Unas preparaciones hechas a base de harinas refinadas, frituras y los menús donde no se incluyan frutas, verduras y vegetales, definitivamente nos condenarán a padecer cualquiera de las enfermedades mencionadas y a tener, desde temprana edad, una vida limitada.

Importancia de la buena alimentación para los niños

Desde la primera infancia debemos velar por hacer que los niños adquieran hábitos alimenticios sanos, para que en la adolescencia se consoliden y en la adultez se mantengan, junto a un estilo de vida sano que incluya ejercicios diarios y actividades que alimenten la mente y el espíritu.

  • Todos estos elementos están relacionados con una alimentación sana, y no se necesita ahondar demasiado para saber que mente y cuerpo están estrechamente vinculados y forman parte de la calidad de vida que busquemos tener.
  • Una alimentación sana, rica en nutrientes y balanceada es aquella que además de satisfacer el apetito, también suple las necesidades fisiológicas y nutricionales del niño, para garantizar el debido crecimiento, desarrollo y respuesta que se requiere en cada etapa de su vida.
  • La alimentación debe ser equilibrada, que responda a los requerimientos de la edad y de las actividades propias de la edad, como la escuela, los juegos, el sueño, el descanso, además debe ser sensorialmente satisfactoria, es decir, que los niños sientan gusto al comerla.
  • Los primeros años del niño son cruciales en cuanto al aprendizaje, la concreción de hábitos saludables y en la constitución de modelos alimenticios adecuados, los cuales serán determinantes a lo largo de su vida.

Para tomar en cuenta

  • Los niños por imitación aprenden las costumbres de su familia, por eso lo mejor es practicar hábitos alimenticios saludables.
  • Una dieta completa incluye contempla hacer entre 5 y seis comidas al día.
  • Empezando por el desayuno que debe tener los tres componentes: carbohidratos, proteínas, verduras y frutas, para comenzar el día con energía y buena disposición.
  • Los niños en edad escolar deben desayunar en casa y luego hacer otro desayuno o una merienda completa en la escuela.
  • La ingesta de verduras frescas, frutas de estación, plato principal que incluya guarnición y un postre debe ser fija en almuerzos y cenas; así como una merienda entre almuerzo y comida.
  • Los niños deben consumir calcio para promover el crecimiento de huesos fuertes, obteniéndolo de quesos, yogurt y leche.
  • Además el consumo de pescados y alimentos ricos en fibra también deben ser un hábito en la familia.
  • Evitar en lo posible el consumo de zumos procesados, pues tienen exceso de azúcar, así como de bebidas gaseosas, la comida chatarra o rápida que tiene exceso de grasa, y tratar de dejarlos para celebraciones, pues no tienen aportes nutricionales.
  • En los talleres de cocina se dan a conocer técnicas culinarias para disminuir el uso de grasas, como alimentos hervidos, cocinados al vapor, al horno, escalfados, a la brasa, a la parrilla o a la plancha.

Viste también estos artículos...

0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.