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Las Matemáticas y los ingredientes de cocina

Pasar tiempo con nuestros hijos

Las matemáticas, forman parte de nuestra vida cotidiana. Generalmente las usamos de manera inconsciente y no le damos el valor que merecen. Una de esas áreas de nuestra vida donde la incluimos a cada momento, es la cocina.

En la práctica de esta actividad es imprescindible que manejemos los conceptos básicos de la matemática para poder preparar con éxito una receta. Los cursos de cocina representan una perfecta oportunidad para iniciar y transmitir los conocimientos básicos de matemáticas a nuestros hijos, por lo que puede ser una de esas actividades extraescolares que contribuyen a fortalecer conocimientos. .

Colegios que vienen a cocinar

Como una actividad novedosa e interactiva, Las Matemáticas y los ingredientes de cocinalos colegios que van a cocinar están garantizando que los más chicos entiendan algunos conceptos matemáticos que resultan abstractos si no se enseñan con material concreto y algo de práctica, facilitando así la comprensión de varios contenidos que verán en la escuela. La matemática está involucrada directamente con la cocina, en todas sus fases: desde la planificación de la receta que vamos a realizar, el presupuesto que se gastará en los ingredientes,  la compra de los ingredientes, la medida de cada ingrediente necesario, si vamos a hacer algún ajuste según la cantidad de porciones que queremos y la preparación de dicha receta.

Cocinando aprendemos a multiplicar y dividir

En la preparación de recetas, obligatoriamente llevamos a cabo operaciones básicas de la matemática como sumar, restar, multiplicar, dividir, fracciones, medidas y sus respectivas conversiones, además que ayuda a desarrollar el pensamiento lógico-matemático a través de la solución de problemas, pues, en muchas ocasiones debemos ajustar las recetas para poder preparar las porciones deseadas.

  • Por ejemplo, al calcular el presupuesto aproximado que vamos a gastar en los ingredientes, sumamos los precios de cada uno de ellos. Cuando nos van a dar el vuelto luego de haber realizado la compra, realizamos una resta.
  • Si la receta que aparece en internet sirve para preparar solo 2 porciones y necesito preparar 10, se realiza una multiplicación y por el contrario, si la receta familiar sirve para realizar 8 porciones pero solo queremos preparar 2, debemos dividir los ingredientes que indicaba la receta originalmente.

Matematicas, Lógica y La Cocina

En los últimos dos ejemplos, además, se ejercita el pensamiento lógico- matemático, lo que les ayuda a comprender y agilizar la resolución de problemas tanto matemáticos como de la vida cotidiana.

  • Por otra parte también se trabaja con medidas y fracciones. Así que, dependiendo de la receta, la misma puede ser expresada en tazas, cucharadas, gramos, mililitros, entre otros, según indique. Por ejemplo: ½ taza de harina de trigo (media taza de harina de trigo) o 1 Lt de leche (1 litro de leche).

Una vez conocidos los beneficios que pueden obtenerse con estas actividades extraescolares, niños, jóvenes y adultos, deben aprovechar la oportunidad de compartir estas experiencias, pues, de esta manera involucramos a los niños y niñas en las actividades del hogar, aumentando su autoestima, lo que lo ayudará también a valorar y participar de los quehaceres hogareños.

La Historia y la Cocina

Tanto la cocina como la matemática, forman parte de nuestras vidas desde tiempos inmemoriales. Estas dos disciplinas, con el pasar del tiempo han sufrido múltiples cambios, sin embargo es importante acotar, que la matemática no siempre estuvo tan involucrada como ahora, en los alimentos que ingerían los humanos, debido a que al principio de los tiempos no se cocinaba. El hombre primitivo, se alimentaba de cualquier fruto que encontraba en el camino. No fue sino tiempo después, que al observar otros animales cazando sus presas para alimentarse, que nuestros antepasados se convirtieron en carnívoros.

Posteriormente, descubrieron que podían sazonar la comida. A las frutas las lavaban en agua de playa para quitar la tierra y fue así como descubrieron las diferentes mezclas de sabores  que se pueden conseguir al mezclar alimentos con agua salada y con algunas hierbas. Con el pasar del tiempo, el ser humano descubrió el fuego, y procedieron a cocinar las carnes, pescados y frutos que obtenían de la naturaleza.

 

Al igual que la evolución de la sociedad humana, la cocina también lo hizo. Esto se debe a que se descubrieron nuevos alimentos, nuevas herramientas para cocinar y otras formas de conservar la comida. La alimentación dejó de verse como una necesidad y pasó a ser un festín de sabores. Los romanos realizaban fiestas solo para honrar la comida por lo que permanecían en constante búsqueda de nuevos animales, hierbas y bebidas para así poder realizar mezclas poco usuales y darle un buen gusto al paladar.

Según los libros de la época, en el año 90 a.c. existió un hombre llamado “Apicius”, quien se dedicaba a escribir libros de la buena vida y excelentes comidas. Exigía a los cocineros comidas sofisticadas. En vista de sus exigencias, fue en esta época cuando apareció el primer condimento a base de tripas de pescado. A este Sr. se le atribuye la creación del primer libro de cocina titulado “de re coquinaria” donde explicó algunas recetas, las cuales estaban clasificadas en aves, carnes y verduras.

De esta manera, la matemática ya comienza a observarse en las recetas que se plasmaron en los libros de esa época, debido a que para que una receta resultara exitosa, debe cumplir rigurosamente con las medidas indicadas en la misma. Si una medida no se cumple al momento de estar realizando la preparación de la comida, como por ejemplo la cantidad de harina o el tiempo de cocción, probablemente esta quede diferente a lo establecido en la receta.

En fin, las recetas son simples fórmulas que nos ayudan a preparar deliciosas comidas si seguimos las instrucciones al pie de la letra. No se recomienda llevar a cabo recetas haciendo un cálculo aproximado de lo que puede llevar la preparación que tanto quiero hacer, porque esto puede representar una gran pérdida de dinero. Es preferible investigar la receta y ajustarla a las necesidades, a través del pensamiento lógico matemático. De esta manera existen mayores probabilidades de conseguir una receta exitosa, los niños refuerzan sus conocimientos matemáticos y todos pasan un rato bien ameno, tanto en la cocina como a la hora de comer.

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