Niños sanos, sus necesidades nutricionales
Todos los padres queremos tener unos niños sanos, es una de nuestras obligaciones. Conseguir que los niños satisfagan sus necesidades nutricionales, pero para ello debemos conocerlas. Las necesidades de nuestros niños se ven condicionadas por los factores propios del crecimiento. Sus cuerpos están en continuo desarrollo, los músculos, los huesos… Pero las necesidades no solo están condicionadas por ese crecimiento, también influye el ejercicio físico que realizan. «Estos niños no paran», una frase tan repetida como cierta. Ese continuo ejercicio desgasta y al tiempo prepara.
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Comprometidos con la nutrición infantil
Para Kitchen Academy la nutrición infantil es una prioridad. Queremos niños sanos que empiecen a adquirir hábitos saludables. Los niños son un grupo de reisgo en cuanto a problemas como la deshidratación o las alteraciones digestivas. Es lógico, se encuentran en proceso de formación. Todo lo que aprendan hoy y tomen como costumbre, marcará su futuro como adultos. Es una responsabilidad de todos aquellos agentes, que de una u otra forma participamos en su formación.
Por eso en los cursos de nuestra escuela de cocina infantil, incluimos en su formación el gusto por una alimentación equilibrada. En las etapas de primaria y secundaria, nuestros niños están adoptando todas esas conductas que marcan su futura vida de adultos. Para ello disponemos de un Proyecto Educativo. Un proyecto en el que conseguir formar niños sanos es el primer obajetivo. Los niños sanos de hoy, mañana serán los adultos en los que se miren los niños. Es un trabajo a largo plazo, sembramos para empezar a recoger en el futuro.
Las necesidades nutricionales de los niños sanos
Los niños al estar aún en proceso de formación no tienen hábitos higiénicos. Si a eso le sumamos que sus necesidades energéticas son grandes y que tienen pocas reservas, son objetivo fácil de desarreglos alimentarios. Estos problemas en la infancia influyen negativamente en su desarrollo físico. Tanto en músculos como huesos, y en situaciones muy graves producen daños neuronales.
Para lo que denominamos un desarrollo óptimo de los niños, existen una serie de normas que nos ayudan a establecer las raciones necesarias de alimentos. Se conoce como la RDA, o la ingesta recomendada de nutrientes. Esta ingesta no nos asegura tener unos niños sanos, porque es necesario al tiempo otros hábitos de higiene y actividad física. Sería un pack completo. Pero en esta entrada nos centraremos en los nutrientes necesarios. Podemos dividir esas necesidades en cinco grandes grupos:
- los que confieren energía,
- las proteínas,
- los hidratos de carbono,
- las grasas,
- y los minerales y vitaminas.
Energía
La necesidad de energía que precisa cada niño, depende de su tamaño, de su masa muscular y del desgaste físico que tiene. Pero para hacernos una idea aproximada, un niño de preescolar requiere en términos relativos algo así como más del doble de energía que un adulto. Un adulto viene precisando entre 30 a 40 kcal/kg/día, frente a las 80 a 100 kcal/kg/día del niño. Toda esta necesidad de energía viene definida por las necesidades para asegurar el metabolismo basal del niño.
Para hacernos una idea con dos años el aporte de energía de un niño debería tener estas proporciones respecto de las fuentes. Del total un 10% deberá venir de fuentes de proteínas, en torno al 60% de fuentes de hidratos de carbono y de grasas entorno al 30%. Es más niños que no lleguen a ese 30% de aporte energético en forma de grasa, pueden ver comprometido su desarrollo, tanto óseo como sobrevenir déficit en vitaminas y minerales.
Las proteínas
En sociedades avanzadas como en las que nosotros vivimos, no suele ser normal que existan deficiencias proteicas. Estas deficiencias o carencias de proteínas en la alimentación de los niños son propias de países en vías de desarrollo o subdesarrollados. Aunque si es posible encontrar a niños que por alguna patología, su dieta puede influir en ese déficit. También en niños con dieta vegetariana, para lo que hay que tener en cuenta complementos para evitarlo.
Los hidratos de carbono
Ya hemos dejado claro en los porcentajes que los hidratos de carbono deben ser los que más peso tengan en la dieta de los niños sanos. Pero lo que debemos cuidar es el origen de las fuentes, por ejemplo los azúcares simples en ningún caso deberán pasar del 10% del total. Los cereales, las legumbres, la patata, es decir los azucares complejos, junto a la fibra deben ser la mayor fuente de aporte. En el grupo de la fibra encontramos las verduras, las frutas, las legumbres….
Las grasas
Ya lo hemos apuntado desde los dos años las grasas deben ocupar un puesto predominante en la energía aportada al niño. Del mismo modo que con los hidratos, es conveniente distinguir las fuentes y las proporciones que se precisan de cada una de ellas. Así de los ácidos graso saturados, natas, carne roja, tocino, deberá corresponder como una cuarta parte del total necesario. También debe andar por una cuarta parte, la ingesta de ácidos grasos poliinsaturados. A este grupo pertenecen los pescados azules y los frutos secos. Y una mitad del total de ingesta de grasas, debe venir de los ácidos grasos monoinsaturados. Principalmente del aceite de oliva. Debemos cuidar el aporte de colesterol en la dieta de los niños.
Nos quedaría hablar del aporte en minerales y vitaminas, pero es un tema que da para otra entrada. No queremos agobiar con más recomendaciones, así que nos emplazamos a continuar en una próxima entrega.
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