Saltear
Freír a fuego vivo un alimento crudo o previamente cocido, de forma que queda dorado por fuera y jugoso por dentro.
El salteado se realiza con poca cantidad de grasa, la justa y necesaria para lubricar los ingredientes, igual que en el rehogado. La diferencia consiste en que cuando rehogamos, no debemos superar los 100º C, en cambio para saltear, colocamos los alimentos a una temperatura de 175-225º C.
Al saltear, es muy importante tener los alimentos en constante movimiento para evitar que se quemen y conseguir que se cocinen de forma homogénea
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