Cebolla
La cebolla (Allium\ cepa) es una hortaliza y una planta herbácea de la familia de las liliáceas. La cebolla es el bulbo subterráneo y comestible de esta planta,una hortaliza de origen asiático cultivada desde 6.000 a.C. Desde Asia se extendió por Europa, de donde pasó a América. Actualmente existe una amplia gama de variedades, que pueden clasificarse en función del color del bulbo, forma, tamaño, usos, origen y precocidad. Tiene muchos usos culinarios, pudiendo usarse de distintas maneras, ya sea cruda o cocinada.
Además se le conocen distintas propiedades medicinales. Es un ingrediente versátil, bajo en calorías pero rico en nutrientes como vitaminas, minerales y antioxidantes como la quercetina.
Entre sus beneficios destacamos:
- Nutrición: Es rica en vitaminas (como la C y B6), minerales (potasio, magnesio, fósforo) y fibra.
- Antioxidante: Contiene compuestos como la quercetina, un flavonoide que tiene propiedades antioxidantes y antiinflamatorias.
- Salud cardiovascular: Sus componentes azufrados pueden ayudar a prevenir la formación de coágulos, reducir el colesterol y los triglicéridos.
- Salud digestiva: La inulina, un tipo de fibra soluble, favorece la salud intestinal y la microbiota.
Como curiosidades te contamos las siguientes:
- Si deseas que el sabor y textura de la cebolla sean algo más suave, déjala macerar en zumo de limón unas horas
- La cebolla, comida en crudo, es un excelente diurético. Cocida tiene propiedades laxantes. Pero puede dejar mal aliento si se ingiere en crudo. Para evitarlo es suficiente con masticar un par de granos de café
- Al cortar una cebolla se liberan diferentes sustancias químicas como encimas y aminoácidos sulfóxidos, compuestos azufrados (compuestos con azufre) de este vegetal. A medida que cortamos la cebolla, el gas se evapora entrará por nuestras vías respiratorias y llegará hasta nuestros ojos. Este gas con azufre, al combinarse con el agua de las lágrimas, forma ácido sulfúrico. El ácido sulfúrico es irritante para los ojos de tal manera que el cerebro reacciona ordenando la producción de más lágrimas para de esta manera intentar diluir el ácido y proteger los ojos. Una de las formas de intentar frenar este efecto es tenerlas en el congelador unos quince minutos, antes de comenzar a manipularlas








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