Carbohidratos – Simples y Complejos

Simples o Complejos
Los hidratos de carbono están compuestos por tres componentes principales: la fibra, el almidón y el azúcar. Mientras que la fibra y el almidón son carbohidratos complejos, el azúcar es un carbohidrato simple. La diferencia entre los dos es la velocidad con la que el cuerpo logra absorberlos y la rapidez en subir los niveles de glucosa: los de absorción lenta (complejos) y los de absorción rápida (simples). Una recomendación es reducir la ingesta de los carbohidratos de absorción rápida (salvo necesidad durante la práctica del deporte), y enfocarnos en consumir los de absorción lenta. No obstante, cualquier azúcar que nuestro organismo no utilice de inmediato se convierte en grasa, y se almacena para su uso posterior. Por este motivo, consumir alimentos con mucho azúcar añadido puede conducir a un aumento de peso.
- Los carbohidratos simples son azúcares simples con una estructura química que se compone de uno o dos azúcares. Se digieren rápidamente y tienen muy poco valor nutritivo. Obtenemos energía de manera inmediata porque, tras el proceso digestivo, la glucosa llega rápidamente al torrente sanguíneo. Ejemplos: azúcar, mermelada, miel, frutas, dulces…
- Los carbohidratos complejos son cadenas de tres o más moléculas de azúcar unidas entre sí. Los hidratos de carbono complejos suelen contener una mayor cantidad de nutrientes. Además, suelen contener más fibra, y se digieren más lentamente lo que hace que los niveles de glucosa no se disparen. Por estos motivos, son más recomendados, y son especialmente ideales para personas con diabetes tipo 2. Ejemplos: Arroz, pan, pastas, patatas, legumbres…
Ver también:
Carbohidratos – Por qué son importantes
Carbohidratos – Consumo recomendado
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